La festuca: ¿Es segura para tus yeguas de cría?

La festuca alta (Festuca arundinacea) está presente en Inglaterra y Europa desde el siglo

XIX. Se caracteriza por su crecimiento robusto y su resistencia, incluyendo su tolerancia a climas extremos, su resistencia a enfermedades e insectos, y su capacidad para soportar un tráfico intenso de cascos y pastoreo. Debido a su resistencia al invierno y a la sequía, permanece verde incluso en condiciones adversas. Estas cualidades

hicieron de la festuca alta una opción popular para los pastos, ya que prospera en una variedad de tipos de suelo y proporciona forraje durante gran parte del año. Hoy en día, sigue siendo la hierba preferida para pistas de competición e hipódromos de césped.

Gracias a su composición nutricional y sus características agronómicas, la festuca alta se usa frecuentemente como base forrajera. Un manejo adecuado permite obtener un forraje de alta calidad, con niveles de proteína bruta

(PB) que oscilan entre el 11% y el 16% y concentraciones de energía digestible (ED) de aproximadamente 60% a 68%, desde la etapa vegetativa hasta la madurez.
Incluso si tus caballos permanecen en tu propiedad o en la finca donde los alojas, estarán expuestos a agentes infecciosos y parasitarios si hay caballos nuevos que llegan a la propiedad o si algunos de los caballos entran y salen con frecuencia de la hípica. Muchos agentes infecciosos pueden afectar a los caballos. Los comunes, particularmente en las competiciones, son el virus de la influenza equina (causante de la gripe), el herpesvirus equino (produce rinoneumonitis equina) y Streptococcus equi subespecie equi (responsable de las paperas). Otras patógenos, como el coronavirus equino y Salmonella, también pueden infectar a los caballos. Los tipos de parásitos dependerán de la región en la que se encuentre el caballo; sin embargo, estamos viendo aparecer parásitos "inusuales", por lo que ahora es importante realizar pruebas coprológicas a tus caballos antes de desparasitarlos para determinar el tipo de parásito y la carga parasitaria, y así poder utilizar el producto adecuado.

A pesar de sus numerosas ventajas, la festuca alta no es ideal para las yeguas de cría. Con el tiempo, ha adquirido la reputación de afectar negativamente a los caballos, principalmente porque muchos de los que la ingieren acaban desarrollando una condición crónica de mal estado corporal, especialmente en verano.

Entre los signos más comunes se incluyen cojera, pérdida de partes del casco y de la cola en otoño e invierno, incapacidad para mudar el pelaje invernal (lo que provoca intolerancia al calor). Además, las yeguas que pastan en testuca alta han mostrado tasas reducidas de concepción, así como un aumento en la mortalidad de los potros y agalactia (falta de producción de leche).


El papel de los endófitos

En la década de 1970, los investigadores descubrieron que la festuca alta suele contener un hongo endófito. El término

"endófito" significa "una planta que vive dentro de otra planta". En este caso, el hongo Epichloe coenophialum infecta la planta de festuca. Dos características clave de este endófito tienen importantes implicaciones prácticas:

1) No altera visiblemente la apariencia del pasto, por lo que se requiere análisis de laboratorio para su detección.

2) Produce compuestos tóxicos conocidos como alcaloides del cornezuelo, incluyendo ergovalina, ergotamina, ergocristina y ácido lisérgico, siendo la ergovalina la más prevalente (entre el 84% y el 97% del total de alcaloides del cornezuelo producidos).

Si bien todas las clases de caballos pueden verse afectadas por la festuca infectada con endófitos, las yeguas preñadas son las más perjudicadas
La bioseguridad es fundamental para mantener a tu caballo sano, especialmente cuando participa en competiciones o eventos. Implementando estas medidas y precauciones, puedes ayudar a minimizar los riesgos y asegurar el bienestar de tu atleta equino.

Las yeguas que pastan en Festuca infectada con endófitos pueden experimentar

gestaciones prolongadas, a veces llevando a los potros varias semanas más allá de su fecha prevista de parto. Esto puede derivar en distocia (parto difícil) debido al tamaño excesivo del potro. Además, las placentas retenidas o engrosadas son comunes. En algunos casos, los potros nacen envueltos en un corioalantoides (membrana placentaria)

anormalmente grueso y resistente, del cual no pueden salir por sí mismos, lo que puede provocar asfixia si no se interviene de inmediato.

Otro problema grave es la reducción en la producción de leche y calostro (la primera leche rica en anticuerpos) en las yeguas que consumen festuca infectada. El calostro de estas yeguas puede contener menores concentraciones de inmunoglobulina G (IgG), y los potros pueden presentar una absorción reducida de IgG, comprometiendo su sistema inmunológico.

Los mecanismos exactos que causan estos problemas reproductivos en las yeguas no están completamente comprendidos, pero los investigadores han descubierto que los alcaloides del cornezuelo estimulan los

receptores de dopamina (D2), lo que provoca una producción excesiva de dopamina. Esto suprime la prolactina, una hormona esencial para las etapas finales del parto y la producción de leche, lo que resulta en agalactia. Además, la Festuca infectada con endófitos reduce los niveles de progesterona,

que normalmente deberían aumentar en las dos semanas previas al parto.

Aunque las yeguas de cría son las más afectadas, la investigación sugiere que otras clases de caballos no presentan tantos problemas. Un estudio sobre potros de un año que consumieron heno de festuca infectada con endófitos no encontró diferencias significativas en la ganancia diaria de peso ni en la altura a la cruz en comparación con el grupo de control. De igual manera, los caballos de rendimiento alimentados con semilla de estuca infectada en su ración no mostraron efectos negativos medibles.

Sin embargo, estudios en la Universidad de Kentucky han demostrado que los alcaloides del cornezuelo causan vasoconstricción

(estrechamiento de los vasos sanguíneos), siendo la ergovalina el compuesto más vasoactivo. A pesar de esto, los caballos afectados no mostraron signos externos

evidentes de malestar.

Gestión del riesgo en España

En España, la falta de pruebas de laboratorio accesibles para detectar endófitos dificulta su identificación. Además, la mayoría de las explotaciones de cría tienen un número reducido de caballos, lo que complica la detección estadística de problemas relacionados con la Festuca infectada. La solución más práctica es evitar plantar Festuca alta en los pastos destinados a yeguas de cría y sus potros. En su lugar, se recomienda utilizar mezclas forrajeras que no contengan Festuca para garantizar la salud reproductiva óptima de las yeguas. Tomando medidas proactivas en la gestión del pasto, puedes proteger a tus yeguas de cría y sus potros de los peligros potenciales de la festuca alta.