Sugerencias para preparar a la yegua para el parto

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La preparación de la yegua para el parto es un proceso crucial que requiere cuidado, atención y planificación por parte del criador. Esto ayudará a reducir los riesgos asociados al parto y respaldará la producción de calostro y leche, además de fortalecer el sistema inmunológico del potro. Durante el periodo de gestación, que generalmente dura alrededor de 11 meses, es esencial proporcionar a la yegua un entorno seguro y saludable, así como una dieta adecuada y atención veterinaria regular para garantizar el bienestar tanto de la madre como del futuro potro.

Aproximadamente tres semanas antes del parto, es fundamental contar con un área limpia y segura donde la yegua pueda dar a luz. Esto podría ser un amplio y limpio box, bien iluminado y con suficiente cantidad de cama para que la yegua pueda descansar cómodamente y mantener el calor cuando nazca el potro, combinado con un paddock para que la yegua pueda moverse. La capacidad de movimiento en un espacio amplio es esencial para promover una circulación sanguínea adecuada y garantizar la salud de la placenta.

Asimismo, es crucial coordinar con el veterinario para asegurarse de que la yegua esté al día con las vacunas. Se requiere un seguimiento constante del estado de salud de la yegua y la administración oportuna de las vacunas necesarias antes del parto. Esto incluye, de manera destacada, la vacuna contra la rinoneumonitis, así como las vacunas contra la gripe y el tétanos. El veterinario también supervisará a la yegua en busca de parásitos internos.

Durante los últimos 4 meses de gestación, es necesario ajustar la dieta de la yegua para satisfacer las necesidades nutricionales específicas, garantizando un óptimo desarrollo del feto con niveles aumentados de proteína (en forma de aminoácidos altamente digestibles), cobre, manganeso y zinc, entre otros nutrientes. Estos minerales han demostrado ser fundamentales para el adecuado desarrollo del feto, y una dieta correctamente equilibrada reduce de manera significativa los riesgos de patologías de crecimiento, como la retracción de tendones o inflamaciones de la babilla. Por lo tanto, la composición de la ración debe ser cuidadosamente formulada para suministrar los nutrientes esenciales requeridos por la yegua, asegurando así el mantenimiento de su peso corporal, proporcionando la energía necesaria y respaldando el crecimiento del feto. Este aspecto adquiere una importancia particular, ya que se ha comprobado que si la madre no recibe fuentes absorbibles de cobre, zinc y manganeso a partir del octavo mes de gestación, el potro podría nacer con un tamaño menor y tener un mayor riesgo de enfrentar problemas en su crecimiento. A medida que se acerca el momento del parto, es necesario aumentar el nivel de vitamina E de la yegua, hasta unos 2000 UI al día, para apoyar la producción de calostro y fortalecer el sistema inmunológico del potro al nacer.

El forraje es una parte esencial de la dieta, por lo que la yegua debe tener acceso a heno o pasto de buena calidad en todo momento para satisfacer sus necesidades de fibra. La yegua debe mantener su condición corporal en un rango de entre 6 y 6.5 antes de dar a luz, utilizando el sistema Henneke para evaluar su condición. Durante la gestación, la yegua ganará aproximadamente un 10% de su peso.

Si el pasto es abundante y suficiente para mantener el peso de la yegua, se reduce la necesidad de pienso. De hecho, es importante prevenir la obesidad en las yeguas, ya que puede dificultar el parto, poner estrés en el corazón y las articulaciones, y en muchas ocasiones, afectar la producción de leche. Si la yegua no necesita pienso para mantener su peso, aun así requerirá nutrientes específicos para la salud del feto. En este caso, se debería añadir un equilibrador a la dieta. Los equilibradores están formulados con niveles de nutrientes más concentrados, lo que permite suministrar pequeñas cantidades para lograr una dieta perfectamente equilibrada.

En las últimas etapas de la gestación, es importante observar de cerca a la yegua en busca de signos de parto inminente. Estos signos pueden incluir una disminución en el consumo de alimento, orinar y defecar con más frecuencia, la relajación de los ligamentos alrededor de la base de la cola, la hinchazón y el ablandamiento de los pezones, incluso la aparición de calostro, así como un comportamiento inquieto o la búsqueda de un lugar tranquilo y apartado. Estar atentos a estos signos ayudará a anticipar el momento del parto y a estar preparados para asistir a la yegua si es necesario.

En resumen, la preparación de una yegua para el parto implica proporcionar un entorno seguro y limpio, administrar una alimentación equilibrada, estar atentos a los signos de parto inminente y contar con asistencia profesional durante el proceso. Con el cuidado adecuado y la atención dedicada, se puede ayudar a garantizar un parto seguro y saludable tanto para la yegua como para el potro.
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